Primer Capítulo
: Primeros vientos de la tormenta.


Primer Mañana en la Academia.

Una gran academia de música se levanta en un lugar apartado de Londres. A la Yorkshire Advance Academy of Music, muchos alumnos llegan buscando que grandes maestros los instruyan en su camino a la música, pero este lugar ofrece mas que ello, este lugar esconde un gran secreto y el factor desencadenante esta llegando al lugar.
Una chica pelirroja, de pelo largo y ojos marrones oscuros se adentra al edificio buscando el pasillo donde deberia de estar su primer clase. Allí se debera de encontrar con sus nuevos compañeros luego de mudarse desde Chicago. Decidida, camina a través de los alumnos hasta que...
- Perdón, ¡no te vi!
- Eso es bastante obvio, sino me hubieras esquivado...
Jeanne, la nueva chica en ese colegio se acababa de chocar contra un chico bastante alto, de ojos color marrones oscuros y pelo castaño claro desordenado. Ambos cayeron al piso, quedando la chica sobre el. Bastante molesto por la situación, el chico se levanta bruscamente y limpia su camisa dejando caer a Jeanne. Unas chicas con cara de muñecas y que se notaba que eran adineradas se acercaron a el rapidamente mientras Jeanne seguia en el piso sobandose la espalda.
- ¡Aáron! ¿Está chica te tiro al suelo?, Encima parece una nueva, habra que enseñarle como son las cosas en esta academia...- Decia una muñeca rubia mientras tomaba del brazo al chico que se acababa de levantar del suelo.
- En sí, nos chocamos, no lo tire.- Decia Jeanne que ahora se levantaba del suelo y limpiaba su pollera.
- Hablas demasiado ¿Sabias? - Le dice otra chica que estaba junto a la que parecia tener algo con Aáron mientras se acercaba a Jeanne.
- Hey...Basta, no necesito que nadie me defienda, lo puedo hacer solo. - Dijo el chico con una mirada osada, se puso su bolso al hombro y se dio la media vuelta.
- Aáron, ¡esperame! - La chica que le habia agarrado el brazo ahora lo corria gritandole.
- Que chicos mas raros...despues dicen que son normales...
La alumna nueva siguio caminando por el pasillo mientras observaba a cada uno de los que pasaba a su lado, parecía que no iba a ser muy facil encajar allí. Empezo a sentir nostalgia de su escuela en Chicago, habia dejado a todos sus amigos en USA, aquí deberia de empezar de cero y eso iba a ser muy dificil. Llego junto a la puerta de la clase de Historia de la Música, se puso de espaldas a la pared y se dejo caer hasta el suelo. Le daba un poco de miedo entrar a esa mundo tan desconocido, pero en ese momento llego la primera llave de un gran baul de misterios. Un chico corria apresurado para no llegar tarde al mismo salón donde Jeanne debía de entrar, pero al verla en el suelo, se agacho y se la quedo mirando.
- ¿Qué hace tan bella damicela en el piso?, ¡Su hermoso vestido ha de ensuciarse!
Jeanne levanto la vista a ver quien hablaba de manera tan extraña, esto realmente estaba afirmando sus temores, que todos allí debian de ser raros. Cuando el chico noto que ella lo estaba mirando fijamente y de mala manera se decidio a presentarse.
- Soy Frederic Drake, del 2-A, ¿Sos nueva en la academia?. - Le dijo el chico mientras le extendia la mano para ayudarla a levantarse. En ese momento ella penso que al fin alguien era bueno con ella a pesar de su rara forma de hablar.
- Sí, lo soy, me llamo Jeanne Rennart...Ya pensaba que nadie era amable por aquí...- Le contesto mientras tomaba su mano, se levantaba y luego limpiaba su uniforme.
- ¿Porqué lo dices?
- Por que hace unos minutos me cruce con un grupo de chicas que iban detras de un chico, me choque con el, me caí y simplemente empezaron a gruñirme...
- Ah..Si, Aáron del 3-A y su grupo de seguidoras, no deberias de relacionarte mucho con ese chico, es todo un mujeriego y un idiota en serie. - Por la cara de Frederic, realmente no parecia que Aáron le cayera muy bien.- Pero, vamos adentro antes que el profesor llegue...
Frederic la tomo de la mano y juntos entraron al salón. Jeanne sentia que minimamente las cosas empezaban a mejorar, hasta que vio a sus nuevos compañeros.
Volaban cosas por todas partes, algunos charlaban animadamente en pequeños grupos y otros pretendian terminar la tarea de verano antes que llegue el profesor.
- Hey, ¡Rose!, ¡Tenemos compañera nueva! - Le grito Frederic a una chica rubia que estaba de espaldas charlando con varias chicas mas. Esta se giro y Jeanne descubrio que era otra muñeca de piel blanca y ojos marrones claros, de apariencia amable pero de una mirada fuerte.
- ¿En serio? - Decia la chica mientras se acercaba. Tomo la mano de Jeanne y la apreto muy fuerte mientras sonreia. - Soy Rose York, delegada de la clase, ¡un placer conocerte!, espero que la pases muy bien con nosotros y cualquier duda, solo pegame un grito.- La rubia le guiño un ojo, solto su mano y volvio con sus amigas sin dejar a Jeanne presentarse, parecia que era una chica muy activa.
- ¿Todos son así de raros aquí? - Decia la nueva chica en medio de tal zoologico.
- ¿Ah? - Pregunto Frederic que no habia llegado a escucharla.
- No, nada, no te preocupes...¿Tenes idea donde puedo sentarme?
- Al lado de Nicholas hay un asiento, por allí...- Dijo Fred, mientras señalaba el banco al final de todo junto a la ventana. - No es de charlar mucho, pero se van a llevar bien. - Contesto sonriente.
Jeanne empezo a caminar hacia su lugar mientras esquivaba aviones y bollos de papel. Se sento y se encontro que a su lado dormia un chico de pelo negro, lacio y corto. Decidio no molestarlo y sacar sus cosas en silencio. Sin embargo, como si fuera un robot, el chico levanto la cabeza, la miro fijamente aun dormido y Jeanne se asusto de ver como la miraba, asi que pego un salto hacia atras y sonrio timidamente.
- ¡Ho...Ho...Hola..!
- Mmm...Solo no me despiertes, nue-vi-ta.- Dijo el chico y se volvio a dejar caer sobre la mesa.
Jeanne fruncio el ceño, no le gustaba que la traten asi, pero por el momento no se quejo, simplemente dejo que las cosas fluyeran. "Así que el es Nicholas", pensó...No era como si fueran a tener charlas muy fluidas, así que con saber su nombre bastaria.
Jeanne habia llegado a esa academia con la idea de mejorar su voz para el canto, queria algún día ser una gran cantante, ese era su mayor sueño. Para ello deseaba aprender a tocar varios instrumentos que la ayuden en su carrera ya que desde los 5 años que practicaba canto y no notaba muchos avances en ella hace un tiempo, por lo tanto era hora de hacer algo mas profesional con sus 17 años.
El profesor entro al salon y todos se pararon para saludar, en pocos segundos todos ya estaban sentados de nuevo, claro, excepto Nicholas que ni se habia enterado de la entrada del jefe de la clase.
- Bien, para los que no me conocen, soy Robert Swan e imparto la materia de Historia de la Música. Se que mi materia puede ser algo tediosa a veces, pero tengo la esperanza de podamos saber llevarla adelante juntos. Bien, ahora...- El profesor empezo a mirar minuciosamente la clase.- Veo una cara nueva, ¿querrias presentarte? - Dijo señalando a Jeanne, la cual se paro en su lugar y miro a la clase.
- Soy Jeanne Rennart, vengo de Chicago, es un gusto conocerlos a todos. - Animadamente la chica sonrio y algunos le respondieron tambien con una sonrisa y otros más, simplemente, la ignoraron.
- Tu nombre me hace acordar a Juana...Juana de Arco, ¿Tenes raices francesas? - Pregunto el profesor intrigado.
- Mi madre lo es y mi padre es ingles.
- Linda combinación....- Dijo al aire un chico de la clase.
- ¡Callate y no la molestes! - Grito Rose girandose a verlo. La muñeca ya no se parecia tanto a una.
- Gracias Rose - Contesto amablemente Jeanne mientras volvia a tomar asiento.
- Francesa eh...- Dijo medio entre sueños Nicholas mientras mostraba una pequeña sonrisa y Jeanne lo miraba intrigado.
La clase continuo entre charlas, por ser el primer día Swan no los queria llenar de historia en sus cabezas, así que simplemente contaron entre todos lo que habian hecho en sus vacaciones. Al terminar la hora cada uno agarro sus cosas y salio del salón, pero claro, Jeanne tardo un poco más, no era una chica muy despierta como para salir corriendo en cuanto tocara el timbre. Frederic la espero en la puerta para acompañarla a conocer la academia, en cuanto la chica salio empezaron a caminar por los pasillos entre acordes de guitarra y melodías de piano.
- ¿Y a que instrumento te dedicas Frederic?
- Dime Fred.- Le dijo amablemente el chico. - Me dedicó al violonchelo y formo parte del club de teatro, ¿Vos Jeanne?
- Me uní a la seccion de canto y aun no estoy en ningun club, pero supongo que me anotare en el de deportes. - Dijo sonriente.
En ese momento una chica morocha* paso junto a Jeanne a paso apresurado haciendo que a está se le cayeran los libros que llevaba en la mano. Varios chicos miraron a la apurada chica agacharse a ayudar.
- ¡Perdón!, ¡Pasa que estoy algo apurada!...Un segundo..- La morocha se quedo mirando a Jeanne fijo a los ojos. - A vos no te conozco...
- No es problema y soy nueva, es por eso que no me conoces, soy Jeanne del 2-A..¿Tú eres..? - Decia la pelirroja mientras recojia sus libros con ayuda de la otra alumna.
- Un gusto Jeanne, Soy Lyla Grey, del 3-A, sección de piano. - La chica de pelo largo negro y ojos azules oscuros miro su reloj y se levanto apurada. - ¡Luego nos vemos! ¡Llego tarde a la práctica!
Definitivamente todos allí eran raros.
- Esta bién...- Dijo Jeanne a pesar de que Lyla ya no podia escucharla.
- Ten cuidado con esa chica, dicen que no es muy de fiar...A parte que es la perseguidora oficial de Aáron y ella es la perseguida por la mitad de los chicos de la escuela...- Le dijo Fred mientras seguían caminando.
- Wow, cada segundo me sorprenden mas...
Llegaron al comedor común de todos los cursos, allí establecerían en que habitación le tocaba a los nuevos quedarse, ya que la academia contaba con dos edificios de habitaciones donde los alumnos pasaban la semana y los fines de semana tenian la opción de ir a sus casas.
Fred y Jeanne tomaron asiento en una de las largas mesas del comedor, parecia que el sorteo ya habia comenzado y Rose era quien lo llevaba a cabo.
- Bien, Erika con Meryl en la 201...- Sacó otro par de papelitos. - Jeanne con...
- ¿Yo qué?. - Dijo la chica distraida.
- ¡Con quien debes de compartir habitacion! - Le susurro Fred.
- ...con Catherine Leith del 2-B en la habitacion 404.
- ¿Quién es? - Susurro Jeanne.
- Soy yo...- Le dijo una chica rubia de pelo lacio muy largo que estaba en medio de un grupo de chicas que miraba a Jeanne de mala manera, todas sentadas en diagonal a la pelirroja.
- ¡Vos! - Rapidamente Jeanne se dio cuenta que ella era la que le habia gruñido esa mañana al chocarse con aquel chico lindo. Se paro de repente y la señalo con el dedo.
- Señalar a la gente es de mala educación, baja tu dedo en este momento.
- Si Señora - Dijo seriamente Jeanne hasta que cayo en como le habia respondido- ¡Un segundo! ¡No me des ordenes!
- ¡Vos no toques a mi Aáron!
- ¡Como si alguién quisiera hacerlo! Ese chico con cara de mujeriego...¿A quién diablos podria gustarle?
- ¿Quién tiene cara de mujeriego?.- Aáron estaba sentado de espaldas a Jeanne en la mesa continua y había escuchado cada palabra. Jeanne al escucharlo, darse vuelta y ver que era el se puso mas roja que un tomate.
- Metiste la pata hasta el fondo eh...- Le dijo Catherine burlonamente a lo que Jeanne la miro furiosa.
Aáron se paro y puso su cara junto a la de Jeanne.
- Ahora podrias responderme...¿Quién tiene cara de mujeriego?
- ¡Vos la tenes! - Dijo Jeanne testarudamente al chico.
- Ya veremos si más adelante dices lo mismo...
- ¡Hey!, Por allí...¡Callense!. - Rose gritaba desde adelante del comedor dirigiendose al sector donde se encontraban Catherine y sus amigas. Jeanne giro la mirada sorprendida por lo que dijo el chico y el ya se habia vuelto a sentar.
En cuanto termino el concurso las clases continuaron por ese día, el primer y tan caotico día de Jeanne en la academia.

-------------------- Corregido.

Presentación de los personajes con las imagenes que inspiraron a sus apariencias fisicas.

* morocha en mi caso lo utilizo para decir que tenia pelo negro. Leer más...


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Capítulo 11: Noches de Pena a la luz de la luna.

Christopher se quedo mirando la rosa negra recordando lo que habia charlado con el rey la noche anterior.
Habia terminado de despedir a Khristal, la cual acompañada por Clarisse se encaminaba hacia su cuarto. Se echo a descansar en una silla de verano que habia en la galeria y cerro por un momento los ojos. Esa noche tan caotica habia terminado, por ahora, bastante bien.
Mientras seguia en la oscuridad de su mente se detuvo a escuchar con detenimiento la orquesta nocturna del bosque, el sonido del viento al pasar entre las hojas de los arboles, el cantar de los grillos, los animales buscando refugio para pasar la noche y los ruidos provenientes del castillo donde ya todos se preparaban para dormir...claro, excepto el y alguien mas, a quien escucho llegar sigiloso a su lado. En un abrir y cerrar de ojos saco su espada y tenia al hombre capturado delante de el y con el filo en la garganta. Christopher abrio los ojos y observo a quien tenia atrapado y no era nada mas ni nada menos, que el Rey. El chico lo solto de inmediato e hizo una reverencia demasiado exagerada.
- Le pido disculpas mi señor, pense que era un ladron, no lo vi llegar realmente, perdoneme la vida.
- Ya Russell, mi error fue llegar tan sigiloso, deje las reverencias para despues, esta noche vengo a hablar contigo de hombre a hombre.
Christopher se extraño por las palabras de su señor, pero se volvio a sentar y el Rey imito su accion sentandose en la silla de al lado.
- Entonces, solo digame de que desea charlar Su Majestad con un caballero como yo.
El gran señor se quedo pensativo unos segundos y empezo a hablar.
- ¿No crees que es maravilloso que Khristal se vaya a casar con alguien de su altura? Como...¿Un principe?
Christopher se quedo mudo, eso habia sido un ataque directo e inesperado. Habia sido una puñalada que se hundio hasta el fondo en su corazón, aun podia sentir el dolor en su pecho. El rey prosiguio como si hubiera dicho algo muy normal.
- Con esto quiero decirte, que yo se que amas mucho a mi hija y que deseas lo mejor para ella, por eso mismo me veo obligado a pedirte un favor.-Dijo seriamente el Rey.
Christopher recupero el habla y contesto con el alma ya en pena.
- Sus deseos son ordenes para mi.
- La situacion entre tú y mi hija no parece dar para mas, por eso decidi comprometerla con el Señor Ashford, asi que he de pedirte que si no deseas volver a tu tierra natal y separarte por completo de Khristal, que evites el contacto con ella. El Señor Ashford, conocedor de la situacion se disgusta al saber que tu te encuentras cerca de ella para volver a conquistarla.
El caballero se quedo sorprendido ante tal peticion. El Rey, el mismo que lo habia apoyado para volver al Reino de la Rosa ahora le estaba dando la espalda, separandolo de su amada y matandolo lentamente. ¿Acaso pretendian arrancarle su alma de esa manera tan cruenta?. Esa sucia rata del Sur estaba yendo muy lejos, pero ante la peticion del Rey no podia mas que aceptar, preferia verla no tan lejos de el y saber que cada segundo el podria estar pendiente de su seguridad a estar a cientos de kilometros sin saber nada de ella.
- ¿Alejarme de la Princesa?. Su petición me sorprende, mi señor y no puedo mas que aceptarla por injusta que sea. Usted sabe cuanto amo a su hija y que daria mi vida por su bienestar, también sabia que todo marchaba bastante bien, sus razones me son ilogicas, pero lo he de aceptar si esa es su voluntad...-Dijo el caballero algo molesto y muy triste.
El rey se quedo pasmado por unos instantes, sus ojos se quedaron en blanco y una lucha mental se dio en su cabeza, pero asi como un titere, el titiritero movio los hilos y su creacion volvio a obedecer. Christopher al notar lo extraño de la situacion no pudo más que percibir algo raro en el.
- Su Majestad, ¿Esta usted bien?
- Si Señor Russell - Dijo el gran señor que ahora sacudia un poco la cabeza para despejarse- agradezco tu comprension y obediencia. Ahora ire a acostarme, el dolor de cabeza de un día muy agitado me esta destruyendo.
- Que descanse mi señor - Dijo el chico que a la vez se levantaba y hacia una ultima reverencia con desgano. Espero que el Rey doblara la esquina de la galeria para levantar lentamente la mirada hacia las estrellas.
Ya realmente estaba cansado de luchar, Khristal parecia tan inalcanzable. Por unos segundos se quedo pensando sumido en la desesperanza. Habia vuelto al Reino, tuvo la posibilidad de estar muy cerca de la princesa a la cual el ama con toda su alma ¿Era momento de rendirse?.
Sin pensarlo, sin siquiera razonarlo, corrio hacia donde el Rey se habia dirigido, al doblar la galeria volvio sus pasos un poco para atras y se escondio. Allí estaba el titiritero y su titere en plena funcion, Ethan y el Rey, charlando placidamente, como si se conocieran desde hace mucho tiempo. La peticion de su señor no era normal, esa situacion no era normal, ese compromiso salido de la nada, no era normal y el Rey nunca habia congeniado con Ethan. ¿Qué era toda esta función de teatro?
En ese momento el caballero decidio que por ahora acataria las ordenes del Rey al pie de la letra por mucho que le dolieran, pero solo asi podria descubrir la verdad.
Los dos protagonistas de la función, entraron al castillo y Christopher decidio hacer lo mismo e intentar ir a descansar. Al entrar a su habitación la ropa de los caballeros personales del Rey ya se encontraba junto a sus armaduras, como si todo estuviera perfectamente planeado.
Alguien le queria sacar su papel principal en esta obra y el no queria cederlo.
Ahora mismo llevaba puestas las ropas que encontro en ese momento, cuando no pudo mas que tirarse en su cama.
La noche nuevamente se bañaba de tristeza.
Alguien entro a su habitación, se sento junto a el y le comenzo a acariciar el cabello. Clarisse parecia como una dulce madre, cuidando de su hijo en ese momento tan dificil, esperando que el pudiera dormir. El caballero logro dormirse y la joven dama se levanto para irse a su cuarto.
- Hay amo tonto, hasta este bufon sabe que se esta muriendo por dentro...
La chica miro una ultima vez a su amo y se retiro del lugar.
Ahora el chico, se encontraba aun alli parado pensando. Se acerco la rosa negra a la boca y beso uno de sus petalos para luego tirarla al piso, de donde la habia recogido.
- Por estar maldita te doy a ti el beso que a ella no le puedo dar...- Dijo con recelo y comenzo a caminar, era momento de ponerse a investigar que estaba pasando entre los muros de ese gran castillo. Mientras tanto, gritos provenian del otro lado del castillo, al parecer cierta princesa no estaba muy contenta con algo.

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Si hay errores o si no puse todos los acentos es porque me estoy cayendo del sueño, mañana le hago las correcciones! =)
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Preludio a la tormenta.
Un muchacho que se abre camino entre la multitud de la ciudad tan solo con su fiera mirada se dirige a clases. En ese colegio al que va, una chica encargada de su salón se enfrenta al director en una encrucijada ideológica. Por el ala oeste de la misma escuela, un par de chicos, en la oscuridad de un salón, tocan con gran destreza el piano y el violín evocando a Bach. Una chica solitaria, impulsada por los seductores sonidos, camina por el pasillo atrapando los cotilleos de la mayoría de sus compañeros varones. Frente a está última se acercaba un grupo de chicas que charlaban entretenidamente acerca de las últimas novedades que la que parecía ser la líder del grupo les contaba. A su vez, un chico acomodaba tranquilamente sus libros de teatro en su casillero. ¿Qué podrían tener en común todos estos chicos?, quien sabe...el viento traído por la tormenta nos lo contara.


Si!, este es el anticipo para la historia que tanto me estoy preparando y que espero que les guste. Para que se entienda mejor, el título de la novela/historia seria "Aión: Storm of Chronos" que significa, Aión del griego antiguo "Tiempo Eterno" y Chronos también del griego "Tiempo", lo cual nos resulta en "Tiempo Eterno: Tormenta de Tiempo" ¿pero a qué suena mas lindo como "Aión: Storm of Chronos"? =P
Ya en un rato veo si escribo otro capítulo de Rossie Knight ^^
pd: Puse acentos! *O*

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Aca Papá Noel les viene a traer el 10mo capitulo (:

Capitulo 10: Las hojas del rosal tambien pueden lastimar.

¿Era un sueño aquello? Ella recordaba haberse acostado asi que debia de serlo.
Era de noche en el bosque que ella tan bien conocia. Habia jugado alli de pequeña, asi que estaba segura de que era ese el lugar. Frente a ella habia un pozo, un pozo en deshuso para ser mas exactos. De el, salian pequeñas luces rojas y la princesa se encontraba parada observando aquello. Volteo y se encontro con Christopher gritandole desesperado, como si algo muy complicado estuviera pasando, algo que podria cambiar su vida para siempre. Volvio a mirar al pozo y detras de el estaba parado Ethan, el cual la miraba con una sonrisa tranquila. Aun no entendia que hacia ella ahi parada, no entendia que estaba sucediendo. Se dejo caer al piso y de repente todo fue un gran silencio, una inmensa oscuridad cubrio todo lo que su vista podia alcanzar.
Al siguiente segundo, sintio una mano en su hombro, y al mirar una rosa negra descansaba sobre el. Al observar detenidamente la mano, noto que pertenecia a una mujer y que esta era muy blanca. Giro un poco mas su cuerpo, queria saber quien era la portadora de esa rosa. Sin embargo, al girar se encontro con la que parecia una hermosa dama vestida de verde oscuro la cual carecia de rostro, solo habia un vacio en esa parte de su cuerpo, pero Khristal bien sabia, que una rosa negra no era un buen presagio.
Se desperto bañada en sudor, nerviosa y cansada, ya era de dia, y no habia podido dormir nada. Una de sus damas de compañia entro a la habitacion y delicadamente abrio las cortinas para que el sol pasara.
Khristal poco a poco intento calmarse y pidio inmediatamente un vaso de agua. Bebio un poco y se levanto de la cama directo hacia el ventanal. Se sento alli a observar los inmensos campos verdes del reino, pero al percatarse de una carrosa que entraba al castillo se la quedo mirando por un largo rato. No parecia una carrosa muy ostentosa, pero de ella bajo una dama con gran porte seguida de un hombre que parecia ayudar con el equipaje.
A la chica no se le veia el rostro, lo tenia cubierto con un velo, pero de repente, se lo quito y miro a la ventana de la princesa. En su mano llevaba una rosa negra. Miro con picardia y enseguida dejo notar la ambicion con la que entraba al lugar. Levanto un poco el enorme vestido verde oscuro que llevaba y subio los escalones que conducian a la entrada del castillo. Llevaba pelo rubio muy claro lacio y tenia una piel blanca como la leche, estaba delicadamente maquillada, realmente parecia muy bella, pero solo por fuera, su mirada expresaba que no era igual por dentro.
Golpearon la puerta de la habitacion de Khristal mientras ella seguia concentrada mirando por la ventana.
- ¿Acaso no pedi que me dejaran tranquila?
- Con su permiso...
Christopher entro a la habitacion, pero habia algo diferente en el, su ropa y su cara tan seria. Khristal volteo la mirada al chico y se quedo sorprendida.
- ¿Puedo preguntar por que llevas puestas las ropas de los caballeros reales?. Inquirio la chica.
- Su padre, como bien ya sabe, me removio del cargo de Caballero personal de la señorita, asi que ahora soy un caballero directo del rey.
Esto significaba que definitivamente Christopher ya no tenia el titulo ni la autoridad de continuar al lado de Khristal, a lo cual la chica no supo como responder. Recien empezaba a conocerlo, pero aun asi, lo queria, sin saber porque. Y ahora asi de la nada, ella realmente estaba comprometida con un desconocido y alejada de su caballero. Por un momento sintio deseos de llorar pero la voz seria de Christopher la interrumpio.
- Pero mejor me ocupo de a lo que realmente se me envio. Me han enviado a comunicarle que su nueva dama de compañia ha llegado.
- ¿Nueva dama de compañia?, Yo no solicite ninguna y menos aun le he entregado ese titulo a alguien...
- No se responderle a ello Princesa.
Christopher sonaba frio y distante, Khristal solo se limito a escucharlo e intentar fingir que todo estaba bien. No entendia como el chico podia haber cambiado tanto de la noche a la mañana, pero aun asi, fingio estar tranquila.
- Por favor, retirese. Luego de cambiarme bajare a recibir a la dama.
Christopher hizo una reverencia y salio de la habitacion cerrando la puerta con delicadeza. Pero en cuanto la cerro escucho el ruido de romperse algo contra ella, seguramente un jarron con flores.
Y asi fue, Khristal con toda su furia habia tirado un jarron contra la puerta.
- Necesito hablar con el consejero urgente, pero primero voy a calmarme, cambiarme y bajar a recibir a esa don nadie con cara de segura de si misma.
La furia de la chica salia por cada poro de su piel. Se vistio rapidamente y se apresuro a ir a la sala de los reyes, donde recibian a las visitas. Al llegar acompañada de la custodia de guardias respectiva, abrio la puerta de madera con fuerza y sin mirar a nadie, siquiera a la invitada, se dirigio a su trono. Una de sus damas le entrego un pergamino y en ese mismo momento todos hicieron una reverencia a la Princesa. Termino de leer el pergamino que no contenia mas que un conjunto de palabras sin sentido y pretendio entregarselo a quien debia de estar a su costado cuidandola. Luego de unos segundos que nadie habia tomado el pergamino miro a su lado y se dio cuenta que ese lugar estaba vacio. Sacudio un poco la cabeza y se paro.
- Puedes presentarte ante mi.
La extraña chica que ella habia visto llegar, ahora, levantaba la mirada a Khristal y la observaba con unos ojos color miel demasiado parecidos a alguien que ya conocia.
- Soy Anne de Clervey, Hija del Baron de Clervey, al oeste de vuestras tierras Madame.
La chica la miro con orgullo y se inclino un poco. Khristal seguia de un humor pesimo, asi que no pudo evitarlo y...
- Bien, Anne de Clervey. Me han dicho que te envian como castigo de algunas de tus acciones a ser mi dama de compañia. Asi que como primera correccion, tu mirada de suficiencia, la dejas para los juegos con los plebeyos.
Todos cuantos se encontraban en el lugar se quedaron boquiabiertos.
- Ahora una pregunta para los sirvientes de mi padre. ¿Quien ha dicho que yo necesitaba una dama de compañia?. Khristal furiosa observaba a cada uno de sus subditos, hasta que uno se inclino un poco y respondio.
- Mi Lady, su madre la ha aceptado por recomendacion del Principe Ashford.
Khristal susurro por lo bajo.
- Ahora entiendo todo...
Anne se adelanto algunos pasos e inclinando un poco la cabeza a Khristal se le dirigio.
- Perdone, Princesa, si con mi mirada la he incomodado y disculpe tambien a mi primo por no avisarle de mi llegada, pero fue todo muy repentino.
- ¿Primo?
- El Principe Ashford, Princesa, el es mi primo.
En ese momento Khristal se dio cuenta en donde habia visto los ojos de la chica.
- Ya, esta bien. Que una de mis damas te acompañe, te muestre el lugar y te ubique. Y ya todos retirense, quiero estar sola.
Todos hicieron una reverencia, incluida Anne, la cual miro de reojo a la Princesa que se dejaba caer en su trono y se tomaba la cabeza. Antes de irse, la nueva chica se le acerco y le entrego la rosa negra a la princesa, esta se la quedo mirando intrigada como si estuviera hechizada. Anne miro contenta a la chica que estaba embobada y salio de la habitacion.
No era suficiente con un compromiso arreglado de repente, que tenia que venir la prima de Ethan de la nada, se quedo pensando a la vez que miraba los petalos negros.
De repente, se escucho un gran ruido fuera de la sala de los reyes el cual hizo a Khristal levantar la mirada hacia la puerta. Intrigada, se dirigio a ella. Luego de abrirla, hubiera deseado no hacerlo. Christopher se encontraba de espaldas al piso y Anne sobre el. El chico tenia a la nueva dama tomada de la cintura y se refregaba la cabeza. Al abrir los ojos el caballero vio a Khristal con una mirada furiosa. Anne en cambio se reia por la situacion.
La princesa tomo a la chica por la parte de atras de su vestido y la levanto de un golpe, dejando asi, caer la rosa que traia en la mano.
- Ya veo porque te enviaron aqui...
- ¡Lo lamento princesa!. Perdon, joven caballero, lo ayudo a...
- ¡Nada de ayudar! ¡El puede solo!
Khristal le respondio a Anne la cual se quedo dura como la piedra. La novata se acomodo el vestido y apresurada siguio camino con la dama de compañia de la princesa. Christopher se levanto del suelo acomodando su armadura y armas. Khristal se le quedo mirando y un guardia se le acerco.
- El principe Ashford la solicita, Su alteza.
Por unos segundos tanto Khristal como Christopher cruzaron sus miradas.
- Digale que enseguida estare con el.
El guardia asintio la cabeza y se fue. Asi la dama y su caballero quedaron solos.
- Con su permiso. Dijo Christopher.
Khristal, cuando el se giro lo tomo de la tunica que cubria sus armaduras. Esta tenia el escudo del Rey y al notarlo la chica solo apreto mas la tunica.
- Necesito a mi caballero a mi lado.
- Su prometido la llama, Princesa. Por favor, dejeme continuar con mis labores.
Christopher se moria por darse vuelta y mirarla, acompañarla y cuidarla, pero no podia, la discusion con los reyes, la noche anterior, se lo impedia. Khristal se entristecio al escucharlo y solto la tunica. Sin decir una palabra la chica comenzo a caminar mientras el caballero se quedo alli parado.
El joven miro al piso y levanto una rosa negra que alguien habia dejado caer. ¿Como habia llegado todo hasta ese punto?
------------------------------------ Editado y corregido.

jojo!, Se complico la cosa xD En el proximo capitulo les voy a contar que discutio Christopher con los reyes luego de bailar por ahi. Y Anne...Anne va a ser bastante interesante en el desarrollo de la historia...=P
Y ahora me voy a dormir, asi que...¡Que mañana todos pasen una feliz navidad!
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Que funcione o no, que este bien o mal, vivirlo con vos para mi es la gloria.

Poniendo este coment para que esto no muera xD Quiza mañana suba un capitulo de Rossie Knight y estoy pensando en otra historia que podria tener sus buenos capitulos para cuando termine con Khristal y Christopher o para cuando vaya tocando el final. Como para contar un poco, va a ser algo mas ubicado en la actualidad, pero con toques antiguos como me gusta, obviamente de amor, pero esta vez espero darle un poco mas de lado comico. No quiero adelantar mucho porque puede que tambien cambie de idea durante la marcha, pero eso creo que sera la base.
Por otro lado, me alegro que a la mayoria le haya gustado tanto "Al Vacio, Lady" es una historia que hasta mi me sorprende por el hecho de que cuando la empece a escribir no iba a terminar como termino ni en sueños, pero de repente se me vino la idea de que la chica tenia que vivir.
Asi como todos debemos de hacerlo. Si quieren tiren la toalla un tiempo pero nunca se olviden de luego ir y levantarla, hay mucho que descubrir haya afuera, hay mucho a lo que enfrentarse y este mundo aun nos dara miles de sorpresas. Esta vida es un ciclo sin fin de sorpresas y aventuras, y eso es lo que tiene de divertido a pesar de todo el sufrimiento.
Me voy a seguir viendo Nodame Cantabile el dorama, el cual se los recomiendo, aunque se que nadie lo va a ver xD
Y a vos, solo el fragmento de una canción...Sin escatimar, sin darnos de mas, sin acelerar, sin tirar pa' atras, Siempre fue asi nuestro asunto. Siempre juntos.
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Capitulo 9: Las rosas tambien crecen en los desiertos.

Todos los invitados ya se habian ido, el peor de los momentos habia pasado y el la buscaba con la mirada. Christopher esperaba encontrar una vez mas a Khristal, pero no estaba por ningun lado. Pero habia alguien que si estaba alli, Ethan. El principe Ashford comenzo a caminar por el pasillo que salia del salon de baile y Christopher lo siguio. Cuando ya estaban muy cerca uno del otro, un filo plateado rozo la cara de Ethan el cual se detuvo mientras una gota de sangre empezaba a salir de su mejilla.
- Es un chico muy maleducado el mitico caballero de la noche.
Dijo Ethan a la vez que volteaba y se limpiaba la gota de sangre llevandola con su mano hasta su boca. Christopher irradiaba su rabia por cada poro de su piel y en un abrir y cerrar de ojos tuvo a su enemigo contra la pared con la espada bajo el menton. Ashford solo miraba con tranquilidad al furioso caballero.
- ¿Planeas matarme aqui?
- Yo se que aca huele a demonio asqueroso encerrado y yo voy a descubrir que esta pasando...
Acerco la espada un poco mas al cuello del principe y luego la volvio a llevar hasta su funda. Miro con odio una vez mas a esos ojos arrogantes color miel y salio caminando de alli.
Camino sin rumbo un largo rato hasta salir a los jardines del castillo y estando alli se recosto en un arbol y se dejo caer al piso. ¿Porque cada vez lo alejaban mas de la princesa? ¿Porque los reyes sabiendo todo lo que habia pasado habian tomado esa desicion? ¿Sera que el no era el correcto realmente para Khristal por eso todo el mundo se le iba en contra?. Y asi, entre esos pensamientos se quedo dormido.
Sin embargo, entre el aroma a rosas y jazmines de los jardines, habia alguien mas que divagaba sin rumbo. Aun con su largo vestido negro, Khristal, caminaba por alli y a pesar de tan solo ir caminando, tropezo. Al ver con que habia tropezado vio una espada.
- ¡¿Quien fue el inepto que dejo esta espad...?!
No pudo terminar de gritar que vio a Christopher dulcemente durmiendo en ese lugar. Se arrastro junto a el y apoyo la cabeza en el arbol. Giro la mirada al caballero que yacia ahi tan indefenso, pareciendo tan debil y no pudo evitar pensar que era esa magia que se producia entre ambos. Habia algo entre ellos que la hacia sentir segura, calida y capaz de todo con solo mirarlo. Capaz de todo...se detuvo a pensar. Debia de haber algo raro detras de este rapido compromiso arreglado y ella, ella iba a hacer algo para averiguarlo. Por alguna razon que no comprendia, no podia casarse con Ethan, y por otra razon que no comprendia, ese caballero que yacia alli dormido, no era solo un caballero para ella. Ella habia comenzado a quererlo.
Acaricio suavemente la mejilla del chico y acerco su rostro al de el. Esas cosquillas que sentia en el estomago al poder escuchar su respiracion, al ver sus labios frente a ella, al poder sentir esa piel dura hecha para la batalla entre sus manos, la tentacion era demasiada...¿Pero porque era tanta?...¿Porque le parecia que ese momento era magico?. Lo miro un poco mas, el seguia dormido. Muy suavemente acerco un poco mas su rostro y lo beso en los labios con tanta dulzura como si hace mucho tiempo lo hubiera hecho y necesitara volver a hacerlo, como si esos besos siempre hubieran sido parte de su vida. Se separo de el y aun mirandolo con el amor que habia descubierto que le tenia se propuso que su caballero, fuera suyo para toda la vida.
- ¡Princesa Rossie! ¿Donde estas amada mia?
Ethan llamaba a gritos a la princesa. Los gritos hicieron que Christopher se despertara y viera frente a el, a muy pocos centimetros a la princesa, la cual asustada le tapo la boca para que no pronunciara palabra. Le hizo una seña para que mantuviera el silencio y como si fuera caida del cielo, Clarisse aparecio entre los arbustos. Les indico con la mano que la siguieran y ambos arrastrandose por el piso como soldaditos de guerra siguieron a la pequeña. Llegaron a una de las galerias del castillo, bastante alejada de donde solian estar. Los tres se incorporaron y Khristal queriendo hacer como que nada habia ocurrido se limpio su vestido con disimulo.
- Princesa...
Le dijo Christopher interrogante y esperando una explicacion.
- Callese, los caballeros no pueden usar ese tono con sus protegidas!...
En ese momento ambos recordaron que ya no existia ni protegida ni protector y se miraron con un dejo de tristeza. Pero rapidamente Christopher saco una sonrisa de la galera y le extendio la mano a la princesa.
- ¿Me permite una pieza, Mi Lady?
Khristal se rio al escucharlo e hizo una reverencia y tomo la mano del chico.
- Esta cada dia mas loco señor Russell.
- Y asi de loco es que la voy a proteger toda mi vida como prometi y eso nadie lo va a impedir.
Ambos danzando al ritmo inexistente de una musica que solo ellos podian oir en sus corazones se sentian mas seguros para todo lo que vendria de ahora en adelante.
El caballero tenia la certeza, que una bella hada, lo habia besado en sus sueños, dandole nuevamente el valor para luchar por su amor y asi la llevaba entre sus brazos a la princesa.
A todo esto Clarisse, curiosa de la situacion, comenzo a caminar por las galerias. Iba a doblar la esquina de una de ellas y el brillo de la luna reflejo un cabello plateado en el suelo, se acerco a observarlo y sabia perfectamente bien a quien pertenecia. Este, era solo el principio de un largo rosal con espinas para Khristal y Christopher.


Otro cap cortito =P Leer más...


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Retomando a los Rossie, nos habiamos quedado en ese extraño baile en que Khristal queda mareada..(quien la manda a ser una princesa y ser linda?) asi que continuemos desde alli (:

Capitulo 8: En la Oscuridad la Rosa se marchita.
Mientras un ambiente alegre se seguia desarrollando dentro del gran castillo en los jardines una sombra seguia deambulando esquivando toda seguridad que alli podria haber. Se detuvo al doblar la esquina de una galeria que daba a los jardines y sin bajar la capucha que cubria su cara, una voz fina y dulce como la de una pequeña niña comenzo a hablar.
- ¿Crees que para esta noche puedas darles el brebaje?
- No te preocupes. ¿Desde cuando dudas de tu hijo, Hechicera?
Ethan aparecia por el lado opuesto de la galeria con una flor en la mano, la cual mediante caminaba se marchitaba y su apariencia extrañamente cambiaba.
- Soy fruto de tus creaciones, no dudes que llevare a cabo nuestro plan.
Le dijo a quien aun se escondia bajo una larga tunica negra. El supuesto principe aun caminaba hacia donde su complice se encontraba y extrañamente el ruido de sus pies al caminar cambio.
- No dudo de ti, mi querido muchachito. ¿Donde lo tienes?
El le mostro un pequeño frasquito que escondia en el interior de su chaqueta.
- Excelente. Si logramos esto, yo tendre a la dama de los petalos de cristal y tu una esposa nueva.
La fina voz se rio por lo bajo y el chico sonrio al escucharla. Este siguio camino mientras la encapuchada giro un poco la cabeza para verlo irse dejando caer la capucha de la tunica y desplegando un largo cabello plateado. Pequeñas luces quedaron de ella porque en pocos segundos desaparecio antes de que la luna tocara su rostro.
Ethan volvio con mucha tranquilidad al salon de baile. Le saco de la mano una bandeja con tres copas llenas de esencia bendita de rosas (la bebida del Reino) a un sirviente y en dos de ellas introdujo disimuladamente un poco del liquido que guardaba en su chaqueta. Con una sonrisa se acerco a donde el Rey y la Reina charlaban animadamente.
- ¡Su majestad y bella reina, brindemos por esta hermosa noche que reune a nuestras dos naciones!
El rey lo miro intrigado pero acepto la copa que le ofrecia, asi que su esposa lo copio. Hicieron chocar sus copas y los tres tomaron todo el contenido de ellas. El rey y la reina a la vez bajaron sus copas se miraron y sus miradas quedaron en blanco. Ethan se acerco a susurrarles en el oido algo.
- Les ordeno que a partir de ahora cumplan con cada uno de mis pedidos en el mas completo silencio y como primera orden. Ahora mismo deben de anunciar que han estado planeando mi matrimonio con la princesa Khristal.
- Si, amo.
Contestaron ambos titeres, ahora, a la vez. Sus miradas volvieron a la normalidad y pidieron a uno de los sirvientes que pidiera silencio en la sala mientras Ethan se acomodaba.
- Señores y Señoras del Reino, primero os agradezco por venir a esta hermosa velada y asi mismo tengo un anuncio que realizar. Hace mucho tiempo venimos planeando que nuestra hija se deberia de casar con alguien a su altura, alguien que la proteja y la resguarde...
Christopher que estaba al costado de la princesa se comenzo a arreglar orgullosamente. Khristal solo miraba intrigada a su padre.
- Por eso mismo, bajo esta hermosa luna que nos apaña todos nuestros caprichos y rodeados de las mas hermosas flores que jamas podran existir, les anuncio el compromiso y pronto casamiento de mi hija, Khristal Rossie Knight...
Christopher daba un paso adelante, esto nunca se lo hubiera esperado, pero era una hermosa noticia para el, podria estar mas cerca de la princesa y ella lo recordaria de a poco.
- ...con Ethan Ashford, el honorable principe de los Oceanos del Sur.
Khristal se levanto de golpe de su trono y miro con reproche a su padre. Christopher simplemente se anulo. Ethan se acerco a Khristal con una sonrisa y Christopher desenvaino su espada rapidamente colocandola entre el y la princesa.
- Que insolente...Hacerle eso al proximo esposo de su protegida, Señor Russell. Pero como sere ahora yo quien la proteja ya no necesitamos de sus servicios, verdad, ¿Su Majestad?
- ¡Padre!. Grito Khristal mirando al Rey. - ¿Que es todo esto?, ¿Porque no me habias dicho nada?, ¡Me niego a este acuerdo!
- Silencio hija. Le dijo la Reina secamente. - Escandalos en el baile no, por favor.
Khristal se quedo sorprendida por su madre ahora, ella nunca le habia dado una orden tan friamente.
- Exacto Principe Ashford...Querido Christopher ven a mi lado.
El caballero no podia incumplir al llamado del Rey, guardo su espada con todo el dolor del mundo y a paso lento y la cabeza baja se coloco al costado de los Reyes. Khristal aun sorprendida era llevada por Ethan de la mano al centro del Salon de Baile donde todos los invitados aplaudian sin cesar mientras seguia con la mirada a Christopher. ¿Donde se habia perdido la magia de esa noche?, ¿Que era todo ese caos?. Esas preguntas rondaban la cabeza de la princesa, la cual, miro al que hasta hace pocos segundos era su caballero y noto su mirada triste que era igual a la de ella y volvio la mirada al que seria su...¿esposo?.

Si tengo ganas escribo otro cap esta noche xD
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Me gusta porque es autentica
y vive sin recetas

de esas que tratan de vestir al amor de etiqueta
he venido a parar con la mujer
que no soñe jamas

pero tambien jamas
fui tan feliz.


Y en un lugar lleno de gente, una guitarra te transporta. No importa cuantos problemas haya, no importa tu realidad, el sigue cantando, y su voz...su voz se clava en tus recuerdos, ya nunca olvidaras su cancion. Siempre recordaras, como el le dio importancia, como el la soño contigo. Se unan o no, los acordes de tu guitarra con el nuevamente en este cancion, siempre las notas en tu mente estaran, siempre tocaras la misma cancion y lo recordaras, bajo la luna de cristal, bajo las estrellas de miel, bajo los demonios luminosos, no olvidaras jamas, como solo su voz te llenaba el alma, y como su cancion te hacia olvidar el mundo.
No lograras jamas la cancion perfecta, siempre le erraran ambos en un par de acordes, pero al final de la melodia, se volveran a unir, en dos corazones que laten al mismo ritmo, en un frenesi sin fin de notas al aire y de dos voces a distintos tonos. Pero no olvides, que la querida luna que nos guia, te apañara en las noches de frio tambien, que el mundo no termina en esta cancion y que yo confio en que seguiras luego de que toque las ultimas notas y que siempre en el mundo, habra alguien tocando la misma melodia esperandote junto a una guitarra. Sigue tocando, no pares, con o sin el, no te detengas. Siempre guarda en tu recuerdo este cantar, pero siempre sigue adelante. Yo se que no quieres parar, aunque el frio congele tus manos y detenga tu voz, se que no quieres detenerte, pues no lo hagas!. Confio en tu guitarra y confio en tus manos y se que sabras tocar perfectamente, esta cancion que se llama vida.
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I'm crazy for this little lady
I'm freaking for my little baby
'Cause she makes me feel good
She's so fine
Don't need all my other ladies
I'm beggin' for this little lady
'Cause I tell you she's cool

She's divine
I know she's a super lady

Caia. Caia como un angel con sus alas expandidas aventurandose a una nueva vida. Y como caia, danzaba, danzaba entre los demonios luminosos y los habitantes del planeta la veian pasar por sus ventanas, asombrados de la belleza de la chica. Era un perfecto desastre, era tan hermosa, pero tan caotica, ¿Quien podria no amarla?. Su aura solo mostraba dulzura y mientras caia, toda su aura se expandia en una hermosa luz blanca, una luz de puresa, que solo ella tenia. Movia las manos con delicadeza, como si estuviera parada en un escenario, frente a miles de personas, dando un presentacion de ballet. Era delicada, era hermosa, era como una princesa huyendo de un horrible monstruo, y ese monstruo, era su miedo. Su miedo a vivir, ese que cada mañana la despertaba envuelta en sudor, pero aun asi, se levantaba y sonreia, igual que ahora, que estaba cayendo. ¿Te la imaginas?, con unos sucios jeans y una remera blanca, un largo pelo lacio y ojos marrones, con una sonrisa dulce y que traeria felicidad al mas desgraciado. ¿Te la imaginas cayendo?, ¿Te imaginas a esa chica cayendo? Y ahora tu te estaras preguntando...Si es tan hermosa, si es tan buena...¿Porque ella?. Y es porque dicen que desde las alturas todo se ve mejor, que desde las alturas la vida se muestra ante tus ojos tan clara como el agua.
Y ya toca el piso, solo faltan unos metros, dentro de poco el paseo acabara, y ya nadie podra ver al angel. La gente la veia caer y sabia que le gustaria conocerla un poco mas, que no parece una chica normal, que parece de aquellas que disfrutan su vida y que van por la calle siempre plantandole una sonrisa en la cara a la muerte. Es de aquellas que te dan ganas de vivir, es de que aquellas que son tan hermosas por dentro que no importa lo feas que se vean por fuera, siempre seran como diosas caminando entre mortales. Porque eso es lo importante, ser como una diosa por dentro, ser la mejor por dentro, ¿a quien le importa si tu pelo esta mal o si se te olvido maquillarte?, si cayendo solo se ve la adrenalina que se escapa de tu piel en forma de alegria, si eso es lo que te transforma en un angel. Pero ella...ella queria escapar, ella queria caer, ella queria ir al vacio, ella queria sentirse un angel...Y ahi esta el piso, ya puede verlo con claridad, aprovecha estos ultimos momentos, quema en tu sangre la alegria, transforma la tristeza en energia y grita, grita por la vida que tienes adelante, grita por todo lo que te queda vivir, grita porque estas viva y no dejaras nunca de estarlo, mientras tengas ese espiritu tan alegre, grita!... que el salto bungee ya acabo.

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Ajaaa, Salto bungee!, ¿A que no se lo esperaban? =P

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Cuentame, ¿eres feliz?, solo eso quisiera saber, con eso me basta, si sos feliz, en lo mas profundo de mi ser, yo tambien lo sere.

Remember when we used to look how sun sets far away?
And how you said: "this is never over"
I believed your every word and I guess you did too
But now you're saying : "hey, let's think this over".

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Si, mi pelo estaba hecho cualquier cosa en esa foto.
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Yeah!, Ya me habia aburrido del anterior estilo, asi que se vino este con todas las ganas, el estilo Toradora!
Y que tal...¿Les gusta? =) Leer más...


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La calesita giraba y giraba, el ya se empezaba a marear de tanto verla, pero sabia que si iba a su casa se sentiria mas sofocado que alli. Nadie nunca le dijo que el amor no correspondido era tan doloroso, que el amor a medias era un puñal que con cada saludo se hundia mas en el pecho y eso era lo que le renegaba al mundo...¿Nadie le podria haber advertido de esto?. Ahora ya era tarde para lamentos, recordaba esa sonrisa y se moria por dentro, recordaba su pelo danzando en el viento y le faltaba el oxigeno en sus pulmones, recordaba los ojos que brillaban como las estrellas en la noche y la sangre se le iba de las venas ya cansada de luchar. Su mundo era tan distinto a su alrededor, la tenia junto a el y su infierno se convertia en un paraiso hasta que su mente lo obligaba a hacer notar un detalle que lo llevaba de vuelta al fuego eterno, ella amaba a otro. Ella le sonria a otro, ella soltaba su largo cabello frente a otro, ella miraba al otro con esa mirada intensa capaz de destronar a la luna de su reino. El otro...¿Que tenia ese otro que el no tuviera?, ¿Una cara perfecta quizas?, ¿Ojos como la miel?, ¿Una sonrisa de modelo? ¿Una actitud principezca?...Seguro era todo lo que el no era, incluso un idiota. Pero la calesita seguia girando y los niños con miradas soñadoras sonreian al pasar montados en sus caballos de plastico mientras el lloraba por dentro. Suspiro ya harto y bajo la cabeza para agarrarsela con las manos e intentar calmarse y no pensar mas en esa Afrodita prohibida para el. Una fuerte brisa se levanto y para cuando el levanto la mirada a su lado un vestido blanco se movia al compas del viento. Era un vestido corto ajustado a la cintura y su portadora miraba el cielo del atardecer con dulzura. Su sonrisa parecia que iba a repartir dulces en cualquier momento y sus ojos verdes claros trasmitian una calma y una felicidad inigualables. Su cabello aun se movia junto al vestido, era tan largo y tan hermoso, ese castaño claro solo a ella le podria quedar como una princesa.
- Me puedo sentar aqui, ¿verdad?
Le dijo ella sonriendo muy divertida. Su voz era finita, parecia la de una niña pequeña, pero era muy dulce.
El seguia mudo, la aparicion de esa hermosa chica a su lado le habia sorprendido, tomo coraje para hablar y le contesto.
- Es una plaza publica, claro que puedes.
Ella se rio y siguio mirando el cielo.
- ¿Sabes? No sirve llorar para siempre por alguien, no trae nada bueno, hay que parar en algun momento a pesar de que salgamos heridos o que le hagamos daño a la otra persona.
Le dijo ella sonriendo y el le iba a contestar hasta que cayo en la cuenta de que no entendia como ella conocia sobre eso.
- Un segundo...¿Que acaba de decir señorita?. Le dijo a la vez que la miro intrigado. Ahora estaba mas mareado que por ver la calesita girar.
- Solo hazme caso y escuchame con atencion. ¿Que harias si ella te dijera que quiere estar con vos?
Hecho, se quedo boquiabierto. Sin animos de llegar a una discusion con un extraño penso su respuesta y empezo a hablar con soltura como si la conociera de toda su vida, despues de todo esa sonrisa lo habia comprado.
- Supongo que le diria que existen mejores personas en este mundo, y que conmigo su oportunidad ya paso. Que a pesar de amarla con toda mi alma, no le puedo ofrecer mas que una amistad, que mi corazon nunca se sano despues de saber que habia jugado conmigo y que no podria volver a entregarle mi amor. Que la amistad que llevamos esta bien pero que...
- Pero que esa amistad a vos te hace daño y queres separarte un tiempo de ella...
- Exacto!...El verla a mi lado y no poder mas que entregarle mi amistad, eso me duele, y el saber que ella le entrega su amor a otro, que eligio a otro, que yo no fui lo suficientemente bueno y por eso jugo conmigo y luego me solto la mano dejandome caer, eso es morir por dentro.
- Uno nunca muere hasta que alguien lo olvida, y vos tenes muchos amigos que te rodean, ellos son los que te brindan alas para seguir volando...Hay que aprender a mirar hacia adelante conservando aquello que nos hace bien y dejando sutilmente atras a aquello que no.
Se detuvo un momento a pensar lo que ella le acababa de decir, tenia razon, despues de todo, el mundo no gira alrededor de ella, ¿no? He ahi a la duda acechando nuevamente, esa duda que lo mataba.
- Si siempre dudas, nunca te vas a decidir por nada y vas a vivir entre muchas cosas buenas y malas permitiendo que estas ultimas te afecten. Por mas que duela verla partir, por mas que duela que seas vos el que ahora le suelta la mano, a veces hay que tomar este tipo de desiciones antes de que sea muy tarde para arrepentirse.
Tenia razon, inevitablemente tenia razon.
- Deberia de dejarla atras ya, ¿no?, Ella me va a entender, tiene que entender por lo que estoy pasando y dar un paso al costado tambien...
Su compañera de charla no cambiaba su rostro calmado y su mirada al cielo acompañada de esa sonrisa que alegraba a cualquiera. La noche ya empezaba a rodearlo todo y como era otoño la brisa era bastante fresca. El se saco el abrigo y se lo dio a la chica que estaba junto a el, la cual bajo la mirada a ver lo que le habian dado.
- Oh!, Muchas gracias, con lo lejos en el cielo que me voy no me doy ni cuenta del frio.
Se rio y se coloco el abrigo.
- ¿Me vas a decir algo de ti ya que parece que lo sabes todo de mi?
Le dijo el chico el cual se habia quedado pensando.
- No hay muchas cosas interesantes que saber de mi, simplemente estoy esperando a alguien y mientras tanto me parecio agradable charlar con alguien. Y no lo se todo de ti, solo se lo indispensable.
Se rio y volvio la mirada al cielo.
- ¿No son hermosas las estrellas? Brillan siempre. Aunque las nubes las tapen, ellas estan ahi brillando, es como si nunca tuvieran ninguna tristeza. Parecen tan felices...Me gustaria ser una estrella...
- A mi tambien, debe ser lindo poder otorgar esa paz que dan al ver su brillo. Me pregunto tambien, si algun dia podre tener una estrella...Alguien que me de esa paz..
- Todo llega a su tiempo, yo aun espero a mi principe azul tambien...
Sonrio y lo miro. El noto que ella guardaba algo extraño en esa mirada, algo que no queria confesar...
- No se si algun dia llegue ese chico que sea para mi como una estrella, o si tal vez llegue y yo ya no pueda atraparlo. Pero tambien supongo que hay que aprender a mirar a las estrellas, si ellas son felices sin la necesidad de que las atrapemos, nos deberia de alcanzar, ¿No lo crees asi?
¿Solo mirarla mientras ella es feliz?...Si, el suposo que eso deberia de bastar y dejar de lado sus deseos egoistas, el nunca la podria hacer feliz con tan solo una amistad.
- Tenes razon...Mirarla...Solo eso...
El se la imaginaba, brillando como una estrella, como su estrella, pero alla lejos, donde el no podia alcanzarla.
- Debe de ser feo estar con alguien obligadamente, ¿no?. Dijo la chica y el cambio de tema repentino lo sorprendio.
- Si, supongo que si, yo creo que moriria si tuviera que, por ejemplo, casarme con alguien por obligacion....
La mirada de la chica por un momento se volvio triste, pero sacudio su cabeza y volvio a sonreir.
- Pero bueno, tan malo no debe de ser si te toca estar con una persona buena!
- Tal vez... Dijo el despues de notar el cambio en la chica.
La brisa otoñal seguia corriendo feliz, y la calesita ya no giraba, el encargado ya habia cerrado la plaza. Pero aun habia gente dando vueltas por el lugar. Una pareja de viejitos paso por frente de ellos. Parecia que su vitalidad aun no se habia esfumado, parecian de dos enamorados de 20 años, charlaban contentos mientras ella iba del brazo de el y la luna los iluminaba haciendolos recordar viejas noches.
- Yo...quiero algun dia estar con una persona asi...
Dijo el casi inconsientemente. Ella sonrio y asintio con la cabeza.
- Yo tambien...
Ella giro la mirada hacia el, se paro y se puso frente a el, se agacho un poco y le dio un pequeño y dulce beso mientras el estaba distraido. Cuando el sintio los labios de la chica se quedo helado, la dulzura de ella el la estaba sintiendo en ese beso, se estaba sintiendo reconfortado y ella se separo y lo miro.
- Yo, nunca habia besado a nadie, y queria besar a alguien por voluntad propia, a alguien de un corazon sincero. Ojala vos tambien encuentres a esa persona con la cual pasar el resto de tu vida.
El seguia atontado, como de costumbre cuando algo raro le pasaba, ella le coloco su abrigo sobre los hombros y empezo a dar unos pasos de ballet cerca del banco. El aun sin entender nada la miro. Parecia un hermoso sueño, donde una princesa bailaba frente a el, y bailaba tan delicadamente bajo la luz de la luna, que causaba emocion. Podia sentir como con cada paso de ballet ella liberaba lo que parecia su tristeza...Era demasiado hermoso este sueño para ser real. La chica se detuvo al ver llegar un auto. De este se bajo un hombre alto de unos 26 o 28 años, parecia un hombre de negocios, la cual la miro y le pidio a otro hombre que lo acompañaba que la fuera a buscar, este llego junto a la chica e hizo una reverencia.
- Señorita, el Señor la espera para ir a su cita matrimonial.
La chica intento sonreir, pero ya no le salia. Miro hacia aquel chico al cual le habia regalado su primer beso y le dedico su ultima sonrisa sincera.
- Yo soy una estrella que decidio ya no brillar y a pesar de eso, fue atrapada...Tu, sigue brillando y atrapa algun dia a una estrella para ti mismo.
La chica lo saludo y el hizo el intento de levantarse y seguirla, pero ella ya habia dado media vuelta y estaba por entrar al auto. El grito ya que sabia que no la podria alcanzar, pero queria que su voz la alcanzara.
- ¡Vos sos una hermosa estrella, no dejes de brillar, sigue danzando y nunca te extinguiras!
La chica lo habia escuchado, pero ya no podia contestarle, y tampoco hacerle un gesto, ese auto tenia ese maldito plastico inservible que no dejaba ver nada.
El vio como el auto se alejaba y se detuvo a pensar...¿Quien era ella?.
Y asi como la brisa que corria en la plaza el se desperto. Aun habia luz y la calesita seguia girando y los niños aun sonreian felices desde sus ficticios caballos. Se paro y miro todo, no veia a la chica, y no era de noche...¿Todo habia sido un sueño?. Miro al banco y encontro una rosa blanca junto a donde el estaba sentado hace unos segundos. Ella habia sido real, de algun modo lo habia sido. Tomo la rosa blanca y con una sonrisa se preparo para irse a su casa, ya no se sentiria sofocado ni alli ni en ningun lado. Estaba seguro de lo que queria. Dio la media vuelta y empezo a caminar, detras de el, ya oscurecia y una chica volvia a danzar alrededor de la calecita a la luz de la luna que estaba saliendo.
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No sé cuantas cosas se pueden encontrar
en el ojo izquierdo de una persona, pero sé
que en tus labios yo pude encontrar
amor sin fin, y me hizo enloquecer.

No sé cuantas rosas te habrán regalado ya,
pero tengo todavía la esperanza de saber
que de todas esas rosas que te dieron
ninguna fue de papel.

Y te condena mi celoso corazón
cuando le contás tu historia,
nunca conocio la gloria
en cuestiones del amor.

Y sé que nunca se me va a olvidar tu voz
aunque pierda la memoria,
con acercarse a la victoria
se conforma un perdedor.

Y te tendré que dejar escapar,
sé que lo voy a lamentar,
pero te digo, amor,
hay que saber cuando parar.

No te pongas triste, corazón,
que el sol no va a brillar,
quedate tranquila que va a haber
tiempo para bailar.

No sé cuantos ángeles te quieren ayudar
pero tengo la esperanza que ninguno va a poder
desnudarte, no de cuerpo sino de alma,
disfrutar ese placer.

Y la verdad no sé bien a qué tengo miedo,
nunca fui mucho de apostar,
una corazonada me dice
que es hora de pagar.

Y lo peor es que estos días ando seco,
no tengo un peso para dar,
las lágrimas quiero guardarlas
para mi juicio final.

Y cuando tu cigarro se consuma sin parar
siempre mi voz vas a escuchar,
y ahí te vas a decir
que hay que saber cuando parar.

No te pongas triste, corazón...
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Bien, mañana hay integradora de "Lengua y Literatura", lo unico que me falta repasar es el hecho de argumentar, que hace mucho que no lo hago en serio. Asi que vamos a hacerlo mientras escucho pacificamente la radio de MC Anime que en conjunto con la tranquila noche me dan el ambiente genial para la creatividad!

Tesis a defender: "Victor Frankenstein no tenia derecho a abandonar a la criatura" ~ Frankenstein.

Desde que Victor comenzo a crear la criatura, lo hizo con un deseo impulsivo a superar los limites entre la vida y la muerte obligandose a si mismo a ver cosas horribles para poder conseguir los materiales necesarios para su creacion. Fue la consecuencia de sus investigaciones la creacion de la criatura, y es con esta misma idea que planteo que no debio abandonarla al momento de finalizar su desarrollo. Tal y como actualmente se juzga el abandono de niños por parte de sus madres que simplemente no se hacen cargo de sus actos, juzgamos a Victor por abandonar a su "hijo" al momento de crearlo.
A la criatura le toco pasar por un gran sufrimiento al verse atacada por parte de una sociedad que solo juzgaba su fealdad exterior y que no podia ver que realmente por dentro era inofensivo. ¿De quien fue la culpa?, Claramente de su creador. Si iba a abandonar a su creacion primeramente no debio de crearla y en el caso de haberlo hecho (como sucedido) hacerse cargo de ella e intentar ayudarla a que la sociedad la aceptara. Es asi que si Victor se hubiera quedado junto a la criatura y el mismo le hubiera enseñado el mundo, está, no hubiera cometido los asesinatos que cometio y se hubieran evitado todas las tragedias narradas a lo largo de la novela.
Cuando el creador tiene una profunda charla con su experimento, para el "fallido", recarga sobre el toda la culpa de la muerte de su hermano, cuando en realidad, la sociedad y en especial, el, su creador, son los verdaderos culpables. Para explicar mejor esto podriamos citar a un filosofo, que entre sus textos revela "El hombre no es malo de por si, nace integramente bueno, y el mundo y la sociedad lo transforman", esto mismo podriamos aplicarlo a la criatura, la cual nacio ignorante de todo su alrededor y sufrio la consecuencias de no tener un maestro y un guia que lo ayudara en ese dificil tramo de la vida.
Para concluir, podemos decir que al fin de la novela se muestra tanto como su creador como su creacion se arrepienten de sus actos y como finalmente ambos encuentran la paz en el eterno descanso sabiendo que el secreto de la superacion de los limites humanos en la ciencia, mueren junto a ellos.


Fiiin!, Me gusto como me quedo >.< Ojala mañana me vaya bien *O* Leer más...


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Ya no importa cuantos cielos hayas besado, ni cuantos angeles te hayan deseado, el lamentarme solo hace mas larga la agonia.
Ya no quiero ser otro cielo, ni quiero ser un angel, solo me gustaria ser esa luna, que en tu inmensa oscuridad, te abrace con su luz y te de calor con su aura.
Pero lamentablemente tengo que confersarte, que solo soy una pequeña estrella perdida en la inmensidad, la cual no puede desearte, besarte o abrazarte, y es en este perdido lugar que te digo, ojala encuentres otra luna que te ame hasta curar tus heridas, y que con un eclipse, impida que el sol te haga aun mas daño.
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Me llamaron...Comence a caminar por el pasillo con el miedo en cada poro de mi piel, pero a pesar de todo, tome con valentia ese telefono, o al menos con la poca valentia que me quedaba. Escuche lo que mi mente me venia diciendo ya hace tiempo, esa prediccion hecha realidad, ese miedo que ya dominaba mi cuerpo ahora era mas que real, pero que no sea mi mente la que me lo diga, que fuera un desconocido, fue aquello que me clavo el puñal en medio del alma. Solte el telefono y me abrace a la primera persona que vino a socorrerme. No debe de ser verdad, no es verdad, todos mienten, vos vas a volver, me vas a tomar del hombro y me vas a decir "Todo esta bien, ya vamos a salir adelante de esta". Solo me pude agarrar la cabeza y ver como el mundo se me venia abajo, como todo el universo que habia creado junto a vos, ya estaba desechado en la basura. Me abrace a quien pude, la soledad, era un sabor amargo que en ese momento no necesitaba.
Llegue finalmente al hospital, la busque a ella, a tu compañera hasta tus ultimos dias, hasta tus ultimos minutos, a la que le pagaste con desagradecimiento y a pesar de todo, ahi estuvo. Al buscarla a ella, te encontre tambien a vos, pero ya no me ibas a mirar, ya no me ibas a hacer un chiste, ya no me ibas a acariciar. Palido o amarillo, durmiendo en tu eterna paz, ¿habias estado llorando?, me lo voy a preguntar toda la vida, y tu nunca me responderas, pero ahi estabas, como el Cristo en la cruz que solias dibujar. Vos cargaste con tu cruz y ahora ya solo reposas y descansas de tanto peso. Al salir de esa cueva de oscuridad, del ultimo estadio de los cuerpos en reposo, me lleve conmigo tu ultima foto, una que ojala nunca hubiera tenido que tomar.
Y ahora cuando lo recuerdo, solo las lagrimas inundan mi lugar, y no solo el mio. Muchos te estan llorando, y muchos otros, la lloran a ella, y me lloran a mi. ¿Sera que este es el fin?, ¿Este barco ya no va a resistir?, ¿En este mar nos dejaste y aqui nos vamos a ahogar?. Pero tu no llores, porque ya sufriste, si sufrieras tambien ahora, no lo soportaria, y no querria quedarme aqui.
Un vidrio roto, un cuadro en el piso, un espantoso ruido, y ese fue tu presagio para tu propio fin. Ahi yo supe, que me ibas a dejar sola, que egoistamente te ibas a ir. Pero ya no te puedo reprochar nada, de nada sirve que yo ahora maldiga tu nombre cuando solo quiero verte regresar. Tu perfume a cigarrillo aqui ya no se siente...Y solo quisiera sentirlo una vez mas.
Adios, y ojala, sigas dibujando donde quiera que estes y que el cielo engrandezca lo que seguramente yo no podre ver.
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Septimo Capitulo -Vueltas-.

- ¿Me queda bien?

Le preguntaba Khristal a Clarisse mientras se miraba en un gran espejo como le quedaba un hermoso vestido negro con detalles en rojo. El vestido, con una gran cola negra y con un corset que marcaba la figura de la princesa, eran ostentoso por donde se lo viera. Cada uno de los detalles en rojo, no eran mas que diminutas piedras preciosas formando las flores del vestido. Los lazos de razo rojo que se encontraban uno debajo del pecho y otro en la parte inferior del vestido, le daban el toque perfecto de inocencia para la edad de Khristal.
Mientras tanto, Clarisse estaba tirada en la cama de la princesa mirando el techo y de vez en cuando ojeaba lo que la princesa se probaba.
- Creo que ire con este...
Khristal acomodo un poco su largo cabello negro y se probo la tiara que su madre le habia entregado ya hace varios años. Dio un par de vueltas con su vestido y como era de esperarse, tropezo con sus propios pies y cayo al suelo. Clarisse se levanto de la cama asustada por el ruido y vio a Khristal sentada en el piso refunfuñando.
- Espero no pasar verguenza mañana..
- Estoy segura que no lo haras. A ver, dejame ayudarte...
Clarisse intentaba acostumbrarse a dejar el tono de formalidad con aquella chica. Se acerco a ella y la ayudo a levantarse.
- Clarisse, ¿No quieres que te preste algun vestido?
- No, gracias, mi amo seguramente ya me tiene algun vestido preparado...
Le respondio orgullosa la muñequita de porcelana, a lo que Khristal fruncio una ceja y se volvio a mirar el espejo.
- ¿Esa cara puede ser por celos?
Le dijo burlonamente la ayudante.
- ¿Yo?, ¿Celosa de quien?, ¡Por favor!
¿Tanto se notaba?, Se pregunto a si misma, pero...¿Porque estaba celosa de Clarisse?, Ese arrogante caballero no era mas que eso...Su caballero, el que debia proteger su vida...Todo era demasiado confuso. Sacudio la cabeza y luego se saco el vestido dejandolo preparado para el dia siguiente.
- Ya es tarde Clarisse, puedes volver a tu cuarto si asi lo deseas...
- Gracias Princesa...
La pequeña dama hizo una reverencia y salio del cuarto. Un largo dia los esperaba mañana.

El Castillo era un caos, y caos era poco decir. Sirvientes corriendo de aqui para alla, ultimando los detalles del baile que esa noche habria. Khristal decidio salir a ver a los invitados que ya estaban llegando desde lejanos rumbos. Lo que la extraño fue que ni Clarisse ni Christopher estuvieran junto a ella, pero esta bien, salir un poco no le iba a hacer mal y con tanta seguridad dudaba que algo le pasara. Se dirigio hacia la entrada principal, desde alli se podia ver las carrozas entrando, y una de ellas le llamo la atencion. Tenia demasiada guardia y no se podia ver nada hacia su interior. Fue la primera en detenerse, y lo hizo perfectamente delante de la princesa. La puerta se abrio y la curiosidad embargaba aun mas a Khristal. Un gran caballero bajo de ella. Cabello largo azul, postura guerrida y ojos como la miel, que se clavaron en la mirada de la princesa. El principe se acerco a ella un poco e hizo una gran reverencia. Al levantar la cabeza tomo la mano de Khristal y la beso.
- Un gusto conocerla Princesa y un placer estar ante su hermosa mirada.
- Un gusto tambien caballero...¿Pero usted quien es?
Le respondio ella aun intrigada y sin una pizca de sorpresa por la caballerosidad de el.
- Soy el Principe de los Oceanos del Sur, Ethan Ashford, Descendiente directo al trono del Reino Ashford.
El principe dijo cada uno de sus titulos con total arrogancia y superioridad.
- Entonces, Bienvenido al Reino de la Rosa, Principe Ethan.
Sonrio falsamente Khristal luego de su respuesta.
- Princesa...¿Me mostraria el castillo?
Ethan ya le ofrecia su brazo para que ella lo acompañara.
- Ah, no no, eso si quiere lo hago yo, no hace falta molestar a la princesa para cosas tan comunes como esas...
Khristal se volteo al escuchar esa respuesta sin poder ella siquiera decir una palabra y ahi estaba, Christopher sonriendo burlonamente ante su nuevo amigo. La princesa volteo la vista nuevamente y miro al Principe Ashford. Se acerco a el y poso su brazo en el del chico.
- Estare encantada de enseñarle los alrededores.
Ethan miro con una sonrisa de victoria que se desplegaba por toda su cara a Christopher el cual sorprendido se dedico a seguirlos unos pasos mas atras, despues de todo el debia de proteger a su princesa. Comenzaron a caminar entre los sirvientes que seguian corriendo y las doncellas que se quedaban sorprendidas por el principe que acompañaba a Khristal.
- Espero que esta noche me conceda una pieza princesa...
- No es de mi gusto el baile, pero hare mi mayor esfuerzo para que podamos bailar juntos principe Ashford.
- Oh, digame Ethan por favor, estamos entre amigos ya, ¿no?
Christopher clavo la mirada en Khristal esperando su respuesta.
- Claramente, usted puede llamarme Khristal si asi lo desea.
El caballero revoleo los ojos por la batalla que la princesa le estaba planteando. Siguieron caminando y frente a ellos se vio venir al Rey acompañado de su guardia y el consejero. Tanto el Principe Ashford como nuestro caballero hicieron una reverencia.
- Principe Ashford! Como me alegro de tenerlo junto a mi mas hermosa flor!
El rey vio que Christopher estaba detras de ellos y se apresuro a pensar en algo para sacar a Ethan de ahi.
- Me gustaria que charlemos y me cuente sobre su padre por favor, ¿Me acompañaria?
Ethan miro a la princesa, separo su brazo de ella y tomo su mano besandola nuevamente.
- Espero esta noche verla en el baile, hermosa dama.
Christopher estaba por desenvainar su espada, ya no lo soportaba. Pero...
- A usted tambien Señor Russell...
Dijo girando rapidamente Ethan a ver a Christopher, el cual fingio que acomodaba su espada y se dio cuenta de algo extraño.
- ¿Como conoce mi apellido?
- Oh, usted es conocido por muchos lados, y su historia mas aun...
Christopher fruncio el ceño e intento mantener la compostura.
- Me alegro de ser conocido, y si, seguramente nos veremos mas tarde principe Ashford.
Hizo una pequeña reverencia y siguio los pasos de Khristal que se dirigia hacia el salon mientras dejaban detras a Ethan junto al Rey.
- Deberia de aprender a comportarse señor Russell, ¿o cree que no note que casi desenvaina su espada?
- Se equivoca princesa, solo la acomodaba.
Le contesto sonriente el chico. Iban caminando por un largo pasillo y de repente muchos sirvientes cargando con grandes bolsas de regalos para el rey aparecieron de frente a paso apresurado.
- Permiso Princesa, por favor, permiso, vamos muy cargados.
Khristal les iba a contestar pero el que reacciono primero fue Christopher, el cual la empujo contra la pared dandoles paso a los cargados sirvientes. El quedo sobre la princesa, protegiendola con su cuerpo, y ella, que era unos centimetros mas pequeña que el, quedo oculta por su cuerpo arrinconada por esos grandes brazos. Nuevamente ambos podian sentir la respiracion del otro y sus miradas fijas entremezclandose, el rojo furia con ese verde tan dulce.
- ¿Conmigo tambien danzara esta noche, o mi presencia sera ignorada?
Le susurro en ese pequeño espacio que habia entre ambos el chico a Khristal. Ella, estaba cautivada por esa mirada. Estaba como hechizada, tanto que era como si no pudiera hablar, solo queria quedarse una eternidad observando esa triste pero furiosa mirada escarlata.
- ¡Princesa!, Debe comenzar a prepararse, muy pronto llegara la noche...
Dijo Mary, la doncella de Khristal, que justo habia aparecido dando la vuelta al pasillo. Cuando observo la escena se dio cuenta en el mal momento que habia llegado.
- Oh, si, ya voy Mary.
Le dijo la chica que la voz de su doncella le habia cortado el hechizo y ahora se separaba de su caballero que habia retrocedido unos pasos. Tocio un poco y miro a Christopher.
- No se preocupe, mas tarde nos veremos mi caballero.
Khristal sonrio y siguio los pasos de Mary. Christopher, cuando ellas ya habian dado la vuelta al pasillo, desenvaino su espada y con un solo movimiento rompio un florero que decoraba el lugar. Odiaba tenerla tan cerca pero tan lejos a la vez. Se tranquilizo y guardo su espada. Empezo a caminar hacia su habitacion, el tambien debia de prepararse para esa gran noche.

Todas las damas danzaban, los caballeros las complacian llevando el paso del baile, y las rosas por doquier iluminadas por las infinitas luces del lugar. La musica eran tan relajante, daba tanta paz, la armonia de ese momento, cualquiera hubiera querido que fuera eterna. Y ella bajo por las escaleras. Todos voltearon la vista y observaron como su cabello tambien danzaba al ritmo de la musica mientras bajaba uno a uno los escalones. Al tocar el suelo, Christopher la ayudo a afirmarse y toda la sala aplaudio ante la llegada de la princesa. Un vocero anuncio el comienzo del baile, y Khristal acompañada de Christopher, llegaron al centro del gran salon. Con pasos suaves, el caballero la empezo a guiar y de a poco otras parejan se fueron uniendo a ese magico momento.
- Esta hermosa esta noche princesa...

Christopher hizo girar a la princesa...y ahi comenzaron las vueltas...Primer vuelta. Ethan sonriente habia tomado la mano de la dama y como si fuera una muñeca la hacia danzar alrededor de la pista, y la hizo girar...Segunda vuelta. Christopher la aferraba a su cuerpo y la hacia danzar como entre nubes, ella, se sorprendio por la velocidad de los giros y como rapidamente cambiaba de pareja, pero por unos segundos no le importo nada, otra vez caia bajo el hechizo de esos ojos rojos como el fuego, pero el la hizo girar...Tercera vuelta. Ethan le acomodo el cabello y luego la impulso hacia atras suavemente sin soltarla, haciendo que ella sintiera como si volara por pocos momentos, ella noto que detras de esa fachada de arrogancia, parecia que el nuevo principe guardaba dulzura en esos ojos color miel, pero el la levanto entre sus brazos y la hizo girar...Cuarta vuelta. Christopher la hacia sentir segura entre sus brazos, la tomo de la cintura y la llevo al compas de la musica y la hizo girar...¿Quinta vuelta?. Ella ya se sentia mareada, ¿Ethan otra vez?. Un segundo. ¿Sexta vuelta?, Christopher la miraba y notaba que algo ya no andaba bien...¿Septima vuelta?.
- ¡Basta!
Ya nadie estaba bailando, solo estaban Christopher, Ethan y ella en medio del Gran Salon y toda la gente mirandolos se quedo helada por el grito de la dama.
- ¿Acaso soy un titere que ustedes pueden hacer girar a su gusto?
Ninguno de los dos encontraba palabras para disculparse. Khristal levanto un poco su vestido y camino hacia donde estaban sus padres y se sento en su trono.
- Ella es mia.
Le dijo al oido Ethan a Christopher mientras todos volvian a bailar. El caballero camino hacia donde la princesa estaba y simplemente se paro a su lado. Clarisse desde un rincon habia estado observandolo todo.
- Amo tonto.

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