Mendip Hills, Somerset, Inglaterra.

Capítulo 1.
Primeros vientos de la tormenta: La llegada de la dama.


Todos los medios periodísticos cubrieron la tragedia de ese día.
Una chica desesperada gritaba y lloraba, luchando por acercarse entre la gente hacia el vallado que había en medio de la ruta por el accidente.
- Dos autos colisionaron en la ruta por la falta de conciencia al volante por parte de los jóvenes. – Repetía sin parar la periodista del canal televisivo local. – Sabemos que en uno de los autos iba un matrimonio y en el otro se encontraban tres chicos que volvían de una fiesta. El conductor de éste estaba bajos los efectos del alcohol, no supo controlar la velocidad en el asfalto mojado y choco de frente con el auto de la pareja. Por lo que nos relatan los bomberos, no ha habido sobrevivientes, es una lamentable tragedia. Esperamos que si la pareja tenía hijos, que ellos puedan salir adelante al igual que las familias de los chicos. La inconsciencia se ha ganado cinco nuevas víctimas el día de hoy.
Detrás de la periodista se observaba como la desesperada chica llegaba corriendo junto a la puerta de la ambulancia que ahora cargaba con los fallecidos, detrás de ella un chico un poco más alto la tomo de los brazos y la giro para abrazarla contra su pecho. En ese momento alguien apago la televisión.
- Te dije que no miraras televisión Jeanne, ¿Acaso no te alcanza con el sufrimiento que ya tenes? – Un chico alto, de pelo castaño oscuro por los hombros y ojos marrones claros, que vestía un traje negro se colocaba frente al televisor y por ende frente a la cama de su hermana para lograr que ella se levantara y se vistiera.
- No quiero hacerlo. – Con los ojos hinchados de tanto estar llorando, la chica se tapo con la frazada la cara y se acostó nuevamente.
- Que te levantes nena, sino voy a decirle a mamá que… - de repente el chico que había subido el tono enmudeció por el efecto de sus propias palabras y su ya entristecida cara se deprimió por completo – Vamos Jeanne, no me hagas esto más difícil de lo que es, a mi también me duele haber perdido a mis padres, no seas egoísta…por favor, ponte el vestido y vamos que ya van a pasar a buscarnos los abuelos. – el chico tomo el vestido negro que se encontraba en la silla junto al televisor y lo arrojo sobre la cama para luego salir de la habitación.
Jeanne que se encontraba aun llorando se destapo y se sentó en la cama. Se encontraba en pijamas todavía, tenia un largo cabello pelirrojo, su piel era bastante clara y tenía los mismos ojos que el chico que acababa de salir de la habitación. Puso los pies en la alfombra que cubría todo el piso de su habitación y se paro. No era demasiado alta, pero tampoco era baja, tenía una estatura media y era flaca. Rápidamente se quito el pijama y se puso el vestido negro para luego calzarse las zapatillas del mismo color. Recogió su pelo hacia atrás y lo ato rápidamente con una colita. Se miro a un espejo que tenía al costado de la cama y noto que tenía la cara muy mal, pero no le importo. Salió a paso apresurado de su habitación en dirección al funeral de sus padres, sin saber, que la tragedia que había vivido, cambiaria por completo su vida.

Un mes después.

- Vamos querida, sino vamos a perder el avión. Vos también apúrate Jack.
- Si abuela, ya vamos. – Dijo Jeanne que junto a su hermano bajaban sus valijas por las escaleras. Estaban a punto de irse de Chicago y si bien a ella no le gustaba nada la idea, no quedaba otra posibilidad. Los únicos familiares que podían hacerse cargo de ellos eran sus abuelos paternos que vivían en Inglaterra, así que en pocas horas se encontrarían allá, con gente totalmente desconocida, en una vida completamente nueva y en un lugar que poco le llamaba la atención.
- Odio esto…- dijo la chica por lo bajo.
- Ya lo se, pero vamos, un poco de buena voluntad y optimismo, seguro que allá hasta te encontras un loco que te soporte. – Jack se reía y huía del golpe de Jeanne a paso apresurado.
Finalmente cargaron todas sus cosas al auto de su abuelo, partieron al aeropuerto y de allí a Mendip Hills, Inglaterra.
Al llegar a tierras inglesas la chica norte-americana ya quería volver a su país de origen, pero como no le era posible, no le quedo otra que intentar acomodarse en su nueva habitación.
En pocos días sus abuelos les hicieron conocer los alrededores del lugar y comenzaron a planificar que harían los dos hermanos, entre ello, a que escuela asistirían. Cuando estaban en Chicago, ambos asistían a una secundaria en donde todas las orientaciones eran dirigidas al arte. Jeanne había terminado el primer año con 15 años y Jack el segundo con 17 años. La tragedia había ocurrido en invierno, durante el receso, en el mes de diciembre, así que al viajar a Inglaterra, donde ellos también se encontraban en receso escolar, no habría problema para comenzar el nuevo año.
- ¿Ya vieron alguna escuela que les interese chicos? – pregunto un día la abuela durante el almuerzo.
- No, aun no. – contesto Jeanne mientras movía la comida en el plato con el tenedor inspeccionando que era aquello que le habían servido.
- Yo conozco una, allí asistió su padre saben…Y es un colegio hermoso, yo creo que les va a gustar… - dijo de repente el abuelo.
- ¿Hablas de la academia, querido? – le pregunto su señora.
- ¿De la que papá tanto solía hablar? – los ojos de Jack de repente brillaron. - ¿Queda muy lejos de aquí?, ¡Me encantaría conocerla!
- Oh si, claro, viva, a mí también. – dijo Jeanne por lo bajo e irónicamente a lo que Jack le revolvió el pelo. Enojada, giro su mirada a su hermano y se levanto de la mesa. – Ya déjame en paz, Jack y deja de fingir tanta felicidad cuando no la tienes. – Jack se quedo boquiabierto mientras la chica subía ya por las escaleras rumbo a su cuarto. Los abuelos se miraron y sonrieron con ternura.
- Disculpen…saben como es Jeanne, le esta costando mucho todo esto.
- No te preocupes, Jack, la entendemos, pero mañana emprenderemos viaje a Dunster.
Al otro día, Jack y sus abuelos partieron a la academia de la que tanto se hablaba, Jeanne se negó a ir, se quedo en la casa leyendo algunos libros.
Al volver, Jack estaba loco de entusiasmo y felicidad, le conto algunos detalles a Jeanne que fingió escucharlo hasta que…
- …ya nos inscribí a ambos, ¡te va a encantar! – Jeanne escupió el jugo que en ese momento estaba tomando.
- ¡Estas loco! ¿Qué hiciste que cosa?, ¿Sin mi consentimiento?
- Yo te ofrecí conocerla, vos te negaste. No es problema mío, los abuelos estuvieron de acuerdo y nos inscribieron a ambos, las clases comienzan en Marzo y la academia es residencial, nos quedaremos a vivir allí en lo que duran las clases, en vacaciones volveremos con los abuelos…Si no te gusta, allá vos.
- Te odio, Jack.
- ¡Ódiame que me encanta hermanita! – dijo Jack mientras se reía.
- Sos un idiota… - dijo Jeanne y comenzó a tirarle almohadas, peluches, libros y demás cosas que tenía cerca para que el chico se fuera de la habitación.
Pero ir a aquella academia no seria tan malo después de todo. Sin embargo, Jeanne aun no sabia eso…ella aun desconocía la tormenta que se venia.
El tiempo paso volando, Marzo llego y con el la primavera, y eso en Somerset aun significaba lluvias. Al llegar en el auto de sus abuelos a la entrada de la academia, ambos chicos se encontraron con un largo camino que transitar, pero ya a lo lejos se podían ver las torres del castillo que esperaba por ellos.



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3 comentarios:

Anónimo dijo...

ea! primero!(?)
q copado, salvo las correcciones q me tuvistes q aguantar (gracias por toda la paciencia xD), el capitulo estubo bueno, los agregados parece q tienen mucho futuro, me cae bien el hermano y hay algo q se me vino a la cabeza q me olvide de comentarte...pero bue, otro dia te lo dire xD
el preludio es casi lo mismo q el anterior no?o.o
bueno...cumpli con lo mio, comente, sino me cae el raton mickey y me la da (?)

Atte: Mr chov (?)

su heranita mas linda =D dijo...

Presentame al hermano! presentame al hermano!!!
xD
Esta muy bueno el trama , me he quedando rogando el siguiente capi T-T
Nos vemos yami! te escribiria un chorro más peor ando cansadísima
T.T la quieroo!!
Besoss!!
avisame si escribes otro *-*

Anónimo dijo...

Hay que ternurita Jack el hermanitooo, yo no se porque pensaba que Jeanne era hija unica, y como tal era bastante retraida en vez de ser la tipica caprichosa...

Ahora ya se porque es tan centrada y madura para las cosas.

Me da mucho gusto volver a leer un capitulo mas !!!

Beshos mi ninia bella

Tu Maaaaaaaaaaa